El tratamiento de crioterapia forma parte de las terapias de recuperación pasiva y se basa en el uso de bajas temperaturas.
Por consiguiente se fundamenta en el uso de bolsas frías o de hielo, bañeras de hielo e incluso paños fríos para ayudar a la recuperación muscular y la eliminación de los desechos metabólicos derivadas de la actividad deportiva.
Siguiendo con el punto anterior, cabe recordar que la respiración celular conlleva procesos químicos que generan sustancias tóxicas que debes eliminarse del organismo.
¿Consecuencias de la crioterapia?
Al realizar este tratamiento se produce un descenso de la temperatura generando cambios biofísicos en la zona tratada.
Por ello, el incremento de la exposición a bajas temperaturas permite llegar a los tejidos más profundos de la zona subcutánea como el músculo.
Por esa razón, estas terapias provocan una vasoconstricción de venas y arterias en el área tratada reduciendo el flujo sanguíneo y a la vez aumentando la viscosidad sanguínea.
Así que se posibilita la eliminación de «sustancias de desecho» generadas por el cuerpo humano.
También, produce un efecto directo sobre los nervios periféricos como las terminaciones nerviosas sensoriales o los receptores del dolor reduciendo la velocidad de conducción de la actividad sináptica, de ahí su efecto analgésico.
Por lo tanto, el frío producirá efectos en la capacidad contráctil del músculo porque al enfriarse el nervio reducirá la potencia muscular, que junto con la reducción de flujo sanguíneo minimizan su potencial.
Reacciones del organismo frente un traumatismo y el uso de la crioterapia.
Ante un trauma se producen una serie de reacciones fisiológicas al incrementarse la temperatura de la zona lesionada.
Se aumenta el metabolismo celular.
Se produce una vasodilatación incrementando la presión sanguínea que desemboca en la rotura de capilares.
Seguidamente las células comienzan a segregar sustancias histamínicas que conducen a la formación del hematoma en la zona dañada
De hecho, el frío reducirá la demanda sanguínea como consecuencia de la vasoconstricción y se reducirán las demandas metabólicas y químicas del área afectada.
A continuación se limita el acceso de líquido seroso a la zona lesionada reduciendo el metabolismo celular a la vez que disminuye la hipoxia de los tejidos sanos cercanos y se preserva la integridad de dichos tejidos.
Con todo esto, que se reducirá el edema muscular y se acelerará la recuperación de la zona dañada.
También, una lesión muscular genera dolor que desemboca en un espasmo involuntario en el organismo dando lugar a un círculo vicioso dolor-espasmo muscular-dolor.
Por ello, la aplicación de frío reducirá el espasmo muscular y el dolor en la zona.
Rescuperación musculares con la crioterapia.
La crioterapia contribuye a la mejora de la recuperación del organismo siempre y cuando se realice hasta 2 horas después de la actividad deportiva.
Así mismo para que sea más efectivas la terapia debe tener una duración mínima de entre 15 y 20 minutos, sobretodo en zonas tendinosas, de fibras rápidas o zonas musculares débiles para potenciar su recuperación.
A pesar de se de un método muy utilizado puede ser contraproducente para aquellas personas que padezcan enfermedades cardiovasculares o alteraciones reumáticas.
Por último destacar que pueden producir reacciones alérgicas o quemaduras, por lo que ante estas circunstancias.
Por lo tanto, es preferible ser cauto antes de tomar la decisión de realizar determinados tratamientos por cuenta propia.
En definitiva, la crioterapia es un tratamiento de fácil acceso pero se debe conocer las contra indicaciones para prevenir los posibles riesgos derivados de su tratamiento..